domingo, 12 de diciembre de 2010

MI BEBÉ




Vi llegar a Jesús un día de julio a aquel hogar en el que yo vivía. No entendía cómo, de repente, un niño llegaba y la hermanas empezarían a hacer por él lo que sus padres nunca hicieron: cinco horas de ida y otras tantas de vuelta para llevarle a Guatemala capital al médico, búsqueda de un medicamento que a saber dónde lo vendían y mucho más… Por él llegaron, incluso, a poner aire acondicionado.

Por él aprendí a agarrar a un bebé y quererlo como si fuera mi sobrinito. Él lloraba cada vez que lo dejaba en la cuna. Yo le llamaba “mi bebé”.

Hace unos días hablé con mi gente guatemalteca y m enteré de que en la audiencia se ha decidido entregar al bebé a sus tíos. Espero que ellos no sean tan miserables como sus padres, que me atrevo a decir que le concibieron sin amor y nació en la desgracia de unos papás que no quieren a su hijo.

No entiendo por qué han arrebatado a ese bebé del atisbo de felicidad que conoció y han quitado a esas hermanas-madres a un niño por el que han dado su tiempo, su cariño y hasta el dinero que no tienen.

Esta Navidad, ¿cuánto vas a gastar en regalos? ¿Y en lotería? ¿En turrones y demás? ¿Y en Nochevieja?

Yo en estos días voy a mandar dinero de forma segura a mi gente, y me he acordado de ti... Si quieres simplemente practicar la justicia en Navidad, te invito a hacer un ingreso en esta cuenta que un día cree y se ha convertido en la cuenta solidaria: 0049-5415-43-2497404293 (Santander Central Hispano).

Dame el aguinaldo, carita de rosa,
que no tienes cara de ser tan roñosa.
Y si me lo das, o no me lo das...
Gracias igualmente y feliz Navidad.

sábado, 25 de septiembre de 2010

INSÓLITA REALIDAD

Segovia. Siete menos cuarto de la mañana.

Como cada año por estas fechas, sucede algo insólito: una reguera de gente se dirige a la Catedral.

A lo lejos, se puede contemplar al Monumento luciendo un aspecto poco habitual; lejos de estar iluminada, cuando las sombras de la noche la cubren, parece verse luz a través de sus vidrieras.

Siete menos cinco de la mañana. Comienza el ejercicio de la novena, sigue la eucaristía; el coro regala sus cantos, la Dama se viste de flores, y se nutre de sillas que junto a los bancos dan asiento a cientos de fieles que escuchan y responden a las aclamaciones.

Son nueve días en los que muchos segovianos hacen esta locura, locura de amor, que no idolatría, sino Amor de Madre. Quienes queremos y creemos en nuestra Madre del Cielo somos capaces de adelantar el despertador más de lo habitual y acudir a Ella. La recompensa es grande, entre otras, un sentimiento de unidad nos invade.

La fe sencilla y sincera es también auténtica. Esta fe no es solo de unos pocos, o sí… Si fueras, tal vez te sorprendería encontrar caras conocidas que no esperadas.

A mí me gusta ver al llegar la procesión de asistentes cuya masa es mayor en la plaza, aunque todo empieza por uno o dos que caminan solitarios por los arrabales, o por un coche madrugador que se pone en marcha.

Me gusta ver amanecer Segovia; disfruto cuando veo despertarse a la Ciudad, cuando, al salir del templo, la campana de las ocho entona su repetida melodía siempre nueva.

martes, 27 de julio de 2010

PEQUEÑOS MILAGROS

Acabo de contarle a Juanita que la tierra es redonda, que están los continentes, los océanos, los países… También me he propuesto enseñarla a leer, así que ayer me puse a enseñarla algunas sílabas, palabras… Y cogimos un libro para que fuera leyendo ella misma. Es sorprendente, emocionante… A mí me encanta enseñar, disfruto explicando, contando, ayudando a aprender… Nunca pensé que fuera a dar clase de lengua y geografía básica una chica grande. Tiene tantas ganas de aprender que no se cansa de escuchar, de atender, preguntar.

Hace unos días llegó al Hogar Milagro. Le llamo así porque alguien dijo que “es un milagro que estos niños estén vivos”. Los papás de Milagro son drogadictos. El pequeño bebé ingresó con asma en el hospital y sus papás no se preocuparon más de él, así que lo trajeron con las hermanas. Yo creo que este bebe es ahora cuando ha empezado a nacer. Me encantaría darle todo el cariño que sus papás no le otorgaron.

Risueño es el primer niño que llegó al hogar. Lo encontraron en la calle y no se sabe quiénes son sus papás. Este bebé es guapo, simpático, inquieto… Este sábado lo van a bautizar. Ya que su nacimiento fue triste (triste porque cuando te abandonan nada más nacer, es muy triste) vamos a intentar que su nacimiento a la vida cristiana sea una gran fiesta, y lo va a ser. Vamos a celebrar la vida de este bebé por todo lo alto. Se lo merece.

Menos mal que está el Hogar, que están las hermanas. En Puerto Barrios solo está este hogar y otro que dirige un hombre malo que tiene a los niños para sacar beneficio económico y no se preocupa de ellos. Gracias a Dios, a ese lugar ya no mandan más niños. Los demás hogares están lejos de aquí, muy lejos. Con la cantidad de casos que hay, era necesario que alguien pensara en ellos y les diera una nueva oportunidad para vivir, alguien que les ofreciera un lugar digno, ropa y alimento, y sobre todo cariño, mucho cariño.

miércoles, 21 de julio de 2010

BICHOS Y BICHECES

Cada noche, antes de acostarme, tengo la buena costumbre de retirar la colcha y la sábana y mirar debajo de la almohada por si hubiera algún bicho feo, como pudiera ser un alacrán. Es que me han contado casos en los que el horripilante bicho ha cometido fechorías en la cama. Por cierto, ese año solo he visto dos alacranes; uno pequeñito vivo y uno mediano muerto, así que estoy muy contenta y espero seguir con esa buena suerte, pero de todas formas, como un amigo me dijo, pongo las deportivas inclinadas no sea que se meta alguno dentro. Y siguiendo las recomendaciones de los lugareños, tengo sobres y terrones de azúcar, por si me picara alguno comérmelo para que se pasara el efecto. Ayer me encontré bajo la almohada con una especie de salamanquesa, que es amiga mía. No suele meterse ahí, pero estuvimos revolviendo la habitación para matar zancudos y yo creo que se asustó. Los zancudos son como lo que en España llamamos mosquitos, pero hay que tener cuidado porque hay una especie de zancudo que transmite el denge.

Lo que suelo encontrar en la cama siempre es lo que yo llamo “las hormigas guarras”. No, no es que se rebocen en estiércol. Son muy pequeñitas, la mitad de las hormigas pequeñas de España, pero están en todas partes y eso me pone mala. De la cama siempre tengo que quitarlas, y alguna vez al despertarme me he encontrado con alguna paseando por mi brazo. Si te apoyas en la mesa, están; si te vas a lavar las manos, están; si vas a echarte agua en el vaso, están… Yo creo que me habré comido alguna y seguro que no me he dado cuenta porque en la mesa están siempre. Hay otras que son como las pequeñas de España, pero si te muerden se te queda el mismo efecto que si te pica una ortiga (por experiencia propia). A esas las llamo súper- guarras. Qué mal me caen. Y luego están los zompopos, que este año he visto pocos. El año pasado una de esas cabezonas hormigas me mordió el pie y me hizo sangre; no te digo más.

También está lo que yo llamo el sapo-pato. Es un sapo que no sé cómo es, pero produce un sonido muy fuerte y repetitivo, no es como un pato, pero algo así.
Y hablando de bichos, voy a ser un poco bicho.

En Guatemala, como en toda América latina, hay que tener mucho cuidado con lo que se dice.

Si dices “me voy a montar en coche”, vas a montar en cerdo. Si dices “voy a coger esto”, estás diciendo voy a… ejem, ejem, ejem. Si dices, “este chico es muy pijo”, en realidad le estás llamando pene. Y si comentas que en tu habitación hay un hueco, estás diciendo que hay un gay. Si dices “te he pisado”, eso es que has hecho… Lo mismo que coger, es decir, lo que se hace para tener hijos.
Sin embargo si a ti, buena mujer, te llaman zorrita, no tienes por qué ofenderte. Y se puede mantener la mala costumbre de decir coño porque aquí no significa nada. Como si ves a una que es muy guarra y así se lo manifiestas, no pasa nada.

viernes, 16 de julio de 2010

LA PRIMERA VEZ



Su nombre es Juanita. Tiene 18 años. Está con las hermanas porque quiere entrar con ellas, así que está en el postulantado, cuando convive con ellas y empieza a conocer la vida de las hermanas y a vivir lo que ellas viven, a hacer lo que ellas hacen…

Juanita es simpática como su nombre. Yo me echo muchas carcajadas con ella. El otro día comíamos pollo (por cierto, comer carne aquí es un lujo y lo hacemos porque las hermanas tienen una granja de pollos con la que sustentan el hogar, el internado de Livingston y se sacan un dinerillo para los proyectos vendiéndolo a particulares) y me preguntó:

- ¿Quieres pollo?

Yo le contesté en mi tono bromista:

- ¿Es pollo o gallina?

A partir de entonces, como no estaba segura de si era pollo o gallina cada vez que lo ofrecía decía:

- ¿Quieres pollo o gallina?

¿Y tú qué quieres, pollo o gallina?

Juanita siempre se dedicó a trabajar en el campo, conoce perfectamente lo difícil que es el trabajo agrícola (que suele ser para el autoabastecimiento) y dice que no le gustaba porque tenía que ir sola a trabajar. Sin embargo no sabe leer ni escribir porque de pequeña no la llevaron a la escuela. Es ahora cuando está aprendiendo con una profesora que viene por las tardes a estar con los niños. El otro día estuvimos recortando unos osos de papel y era la primera vez que recortaba en su vida. Otro día estuvo pintando y era la primera vez que pintaba.

En Guatemala la educación es obligatoria pero nadie se preocupa de que vayan o no a la escuela. Nunca había conocido un caso como el de Juanita, pero seguro que no es el único, aunque no creo que sean muy frecuentes. Es esa mala suerte en la lotería de la vida. A unos les toca chincharse por tener que ir a la escuela cuando quisieran jugar todo el tiempo y a otros les toca trabajar desde pequeños y se hacen mayores sin saber lo fundamental, que es leer y escribir. Menos mal que dio con estas monjas majas.

El otro día fui al Estor por primera vez. Es un municipio pobre (como la mayoría) que está junto al gran lago Izabal y dista de las cabeceras o lo que llamaríamos ciudades. Fui con el obispo de Puerto Barrios. Imaginaros a un obispo joven (es decir, no viejo), sin barriga y tan bromista como yo. Ahí visitamos un proyecto del vicariato (de la diócesis): un centro de salud y residencia de ancianos. El caso es que no hay médico ni auxiliares y la enfermera está de baja por maternidad. Imaginaros una residencia así. A mí se me ocurre que podríais venir mis amigos médicos, enfermeros, auxiliares y voluntarios para cuidar a estos ancianos y dedicaros a la atención primaria del Estor. Podríamos establecer turnos de un mes. Venga, ¿quién se anima a venir en agosto?
El lago Izabal en las inmediaciones del Estor.

sábado, 10 de julio de 2010

DE VUELTA AL HOGAR



Hay quien me ha dicho ¨qué valiente¨; pero os aseguro que para nada es de valientes lo que yo hago. Me dejó mi padre en el control de la T4 y aunque volé sola, sola y rodeada de gente cual sardina enlatada, al llegar me estaban esperando Sor Aracely, Geidi y Luiyi, un precioso bebé de 9 meses. Al llegar muchos recuerdos y sensaciones que estaban guardados volvieron a salir; era como revivir un sueño, como volver al pasado convertido en futuro. Siendo así, esto es como el que tiene a su familia lejos y de vez en cuando va a visitarla. Es lo mismo; solo que esta familia mía vive un poco lejos.


De momento poco he hecho, simplemente estar, observar… Hace dos años esto era un proyecto, una obra en construcción, una simple finca. Hoy es el hogar ¨Nuestra Señora de la Asunción¨ y aquí vive y trabaja bastante gente, pero los protagonistas son los niños. Hay 11; 3 bebés y 8 niños de 3 a 11 años. También está una mamá, ya que el hogar está pensado también para aquellas mamás que por diversas situaciones se han quedado solas con sus hijos.


Los niños son preciosos. Son niños como cualquiera, solo que ellos guardan crudas historias que les ha apartado de sus papás y tienen aquí su familia. Nada más verlos ya sentía que les quería un montón, son muy juguetones y abrazables. De momento solo me dedico a estar con ellos y jugar de vez en cuando, ya que por las tardes viene una profesora a hacer con ellos las tareas, estar, jugar… Pero hoy no estaba la profesora, así que he estado haciendo las tareas con ellos, jugando... Los bebés y otros tres de 3,4 y 5 años están aquí todo el día mientras que los mayores van al colegio por la mañana.


Una de las personas que están en el hogar es d. Luis. Los segovianos supongo que recordaréis o habréis oído hablar del anterior obispo de Segovia. Pues bien, este es. Y de paso aprovecho para hablar bien de los curas y obispos, que muchas veces solo se oye solo lo malo. Yo a d. Luis le he conocido siendo obispo, vistiendo como obispo, hablando como obispo, actuando como obispo. Hoy d. Luis es misionero y viste como misionero, habla como misionero, actúa como misionero, incluso tiene mirada de misionero, sonrisa de misionero… Eso sí que es un cambio radical; y como esto no sale en la prensa, os lo cuento yo.


Me llegan noticias de que en España hace mucha calor. El calor de acá no es comparable. Es un calor húmedo que te hace estar sudando, y sentirte pegajoso a cada instante. Ayer estaba con los niños y fui corriendo a la casa de las hermanas (que está al lado) a por una guitarra. Cuando llegué empecé a sudar y a sudar, tanto que se me empañaban las gafas constantemente.


El miércoles jugó España; me enteré por los guatemaltecos. Ese día fui yo a Livingston. (Hago un paréntesis para contaros que este año estoy en Puerto Barrios, pues aquí está el hogar, e iré a Livingston los fines de semana). Pues bien, el miércoles fui a Livingston, tenía tantas ganas… Estábamos en el puerto esperando que saliera la lancha. Mientras, había un buen grupo de hombres en el kiosco en torno a la televisión viendo el partido. Iban 0 a 0. Al llegar a Livingston tras una de las cosas que más me gustan, montar en lancha, cogimos un taxi (aquí un taxi es un viejo coche de unos 20 años) y el taxista de piel morena nos narró el partido emocionado y feliz de la vida, decía ¨es que yo soy ladino y amo a la madre patria¨ o algo así; era súper gracioso. El domingo sin falta veré el partido.


Y así es un poco mi vida por acá, aunque podría escribir y escribir. Estoy muy bien porque estar con la gente que quieres y te quiere en un lugar de ensueño es lo que cualquiera quisiera hacer. ¿No crees?


lunes, 28 de junio de 2010

JOSEPH

Joseph es el seudónimo que se me acaba de ocurrir para un niño que hoy va a ser el protagonista.

Joseph es un niño al cual encontraron junto a su familia en una nave. Ha sido alumno mío durante unos meses y me sorprendía lo bien que cantaba y su entusiasmo. También se llevó alguna riña por meterse con sus compañeros y pasarse de la raya… Tras verle como alumno uno puede pensar que es un niño revoltoso.

Hoy pasaba por un lugar céntrico de Segovia y le he visto cantando ante unos adolescentes. Al verme, se ha parado, se ha sorprendido, se ha alegrado y ha empezado ha hablarme, a cantar, a contarme historias…

Me ha contado que ha acabado el colegio, me ha cantado alguna canción de Hanna Montana, me ha pedido 20 céntimos… Mi primera reacción ha sido decir que no tengo dinero. Me ha preguntado por su tutora (hace unos meses se cambió de colegio), me ha dicho que le diga que la quiere mucho, me ha preguntado por sus compañeros…

Yo le escuchaba atenta y le miraba a la cara, y también me he fijado en su ropa sucia, en su aspecto…

Pronto volverá a su país en autobús, me lo decía con pena… Y yo también he empezado a sentir pena. Hace unos meses le miraba como alumno, hoy le miraba como niño y trataba de meterme en su vida, de hacerme una idea… Me pregunto cuánto de lo que me ha contado será verdad, pero si me ha mentido lo entiendo, lo comprendo, porque su vida no es fácil y detrás de un niño problemático suele haber grandes problemas.

Finalmente he ido al kiosco con él.

- Ya no tienes el pelo rojo. – Me pregunta.
- Es que me he cambiado de color.
- Mira, me encanta el pelo de esa señora.
- Sí, es muy bonito.
- Mira yo lo tengo verde.

Pensé que se refería al pelo, pero eran sus ojos.

- ¿Qué quieres?
- Lo que tú digas.

Así que ha acabado con una bolsita con chucherías.

Y podría seguir contado… Le he dicho que tendría que hacer algo de música, tiene tanto talento…

Pero no todos tenemos las mismas posibilidades.

Me he despedido y me he ido con una sensación rara. Pronto me iré a Guatemala y resulta que no hace falta ir lejos para encontrar niños sin posibilidades, niños sin infancia, niños que mendigan por las calles…

He cogido el coche y me he ido, pero al pasar por donde he encontrado a Joseph he vuelto a mirar y me ha parecido verle hablando con gente mayor. Intuyo que su vida es mendigar un poco de atención y unos centimillos. Me inquieta su futuro y me gustaría hacer algo por él. Tal vez mañana vuelva a ese lugar a pasar un rato con él, pero quien verdaderamente va a enriquecerme es él a mí, no yo a él.

viernes, 4 de junio de 2010

PELU

Siempre he soñado con tener el pelo azul como Lucía Bosé. Pronto me enteré de que para tener el pelo así hay que decolorarse y el tinte dura muy poco. Qué decepción.

Nunca he tenido una peluquera, en plan “voy a cortarme el pelu a mi pelu con mi pelu” (voy a cortarme el pelo a mi peluquería con mi peluquera).

De pequeña, como todos supongo, iba a donde me llevaba mi madre. De mayor comencé a emigrar de peluquería en peluquería. Cuando me hacían un corte que me gustaba seguía yendo, pero el día que no me gustaba cómo me había quedado ponía una X en mi lista de “pelus oscuras” y para la siguiente ocasión iba a otra cualquiera.

Hace un año pensé que por fin podría decir “voy a cortarme el pelu a mi pelu con mi pelu”.

Había unas chicas majas que formaban un buen equipo; yo quería darme mechas rojas y alisarme el pelo y sí, me gustaba salir con el pelito brillante y colorido… Lo malo es que después hay que volver cada dos por tres porque las hermosas mechas se aclaran y el pelo parece que se tornara en capullos de gusanos de seda.

Así que tuve que volver y lo llevaba mal, pues para ir a la pelu hay que tener muuuuuucho tiempo y muuuuuuucha paciencia. Así es como conocí a las pelus y podría haber dicho “voy a la pelu a que me corte el pelu mi pelu”, pero yo no soy chica “osea” y no me gusta hablar así.

Un día regresé para que me dieran lo que mis amigas entendidas denominan un baño de color. ¿Te imaginas bañándote en una bañera con agua azul? Pero el baño de color es para el pelu. Esta vez estaba la dueña de la pelu, y tras explicarla lo que quería hacerme, me dijo nosequé nosecuantas. Me fié de ella y salí con la misma raíz pero con unas mechas castaño oscuro que no me gustaron un pelu.

Conclusión: puse una X en mi lista de “pelus oscuras” y esperé que pasara el tiempo para ir a la siguiente.

Pelu nueva, pelu nuevo.

Entro, le explico lo que quiero… Y me doy cuenta de que además de la importancia de que me hagan caso es importante la delicadeza. La chiquilla parecía maja, aunque su look fuera horrible, pero me gustaría que ella tuviera el pelu rizado, se sentara en la silla giratoria reclinable ergonómica con reposapiés y le pasara yo el cepillo indiscriminadamente con ese garbo. Tal vez así se diera cuenta de que con una pizca de cuidado las cosas se hacen mejor y los clientes salen más contentos.

- ¿Quieres una revista? - Pregunta.

- Mmmmmmmmmmm… Sí, la de coches.

- ¿¿¿¿¿¿¿¿La de coches?????????

¿Qué pasa? Es que todas las mujeres que vamos a la pelu tenemos que leer revistas de cotilleo? ¿Es que ir a la pelu es sinónimo de amar la prensa rosa? ¿Es que los intelectuales no vamos a la pelu? Pues si, soy mujer y me niego a leer el HOLA, el ADIOS, el QMD… Para la próxima compraré el periódico antes de ir a la pelu.

La dueña de la pelu, tenía pinta de ser más delicada que su empleada a poco. Es de estas que hablan y hablan, y hablan… Le hablaba a su clienta, mientras la peinaba delicadamente, de la boda de la novia que se casó el sábado pasado.

- Hija, qué mono el peinado, qué mona iba la novia, qué monísimo el maquillaje, qué monada de vestido...

Y la otra contestaba:

- Ay sí, qué mono, qué monísima, qué monada…

- Voy a por las fotos para que la veas.

En unos minutos todas estaban en torno a la cámara digital salvo yo, que estaba en la silla giratoria reclinable ergonómica con reposapiés y me daba igual cómo fuera la novia, yo solo quería que me devolvieran mi color natural.

- Mira hija, para que veas tú también. – Me dice la pelu.

Me acerco a la pantallita de la cámara y veo un bulto con brillantes, supongo que sería el pelu de la novia, pero es que amigos, yo sin gafas veo poco.

Podría haber dicho “ay sí, qué mono, qué monísima, qué monada…”, pero sincera de mí digo:

- Pues no veo nada sin gafas.

- Ay, corazón, luego te lo enseñó para que lo veas…

¡Aaaaaaaaaaaaaaah!

Yo no voy a la pelu a hacerme amiga de la pelu mientras me cortan el pelu. No, no quiero que me cuenten su vida ni la de los demás, ni pienso contar la mía…

Por lo demás, me han hecho caso y me ha gustado cómo me han dejado.

miércoles, 19 de mayo de 2010

SUPERABUELOS

Desde siempre es sabido que los abuelos tienden a dar a los nietos los caprichos que no otorgan los padres. ¿Eso es cierto? ¿Fue cierto? ¿Es cierto hoy?

Yo pienso que hoy los abuelos dan a los nietos algún capricho más aparte de los que ya tienen.

Día de diario, misa en un templo segoviano.

Si te pones al lado de una persona con dentadura (lo siento si te das por aludido), pueden desconcentrarte esos sonidos tal que así: “mmmcht, mtsch, mtstht” cada 43 segundos.

Pero hoy me he puesto al lado de los superabuelos. No sé si tenían dentadura, pero sé que tienen una nieta.

Si la nieta tiene la psp, chuches, todos los cromos y postales de Patito Feo, mp4, un conjunto de falta, zapatillas y bolso de marca… ¿Qué capricho le pueden dar?

Subirla sobre el apoyabrazos del banco. La nieta en lo más alto, la nieta arribita para que vea la misa, el cura, las cabezas y pelucas de los asistentes… Desde lo más alto se ve todo. No te basta con subirla al asiento, es mejor algo nuevo, distinto, más peligroso pero más emocionante…

Superabuelo: ¿subes a tu nieta a la mesa de madera de cedro del salón para que alcance a ver la serie de Hannah Montana?

Superabuelo: ¿Apoyas a la niña en lo más alto de tu Mercedes para que pueda ver titirimundi?

Superabuelo, malcría a tu nieta todo lo que quieras, pero por favor, enséñala a cuidar el mobiliario público, privado y el urbano.

Superabuelo: da a tu nieta todos los caprichos que quieras, pero con sentido común.

Espero que nadie se sienta ofendido; es genial dar caprichos (¿a quién no le gusta recibirlos?), pero modérense, por favor no deseduquen y malenseñen más, que bastantes malas influencias tienen ya los niños de hoy.

jueves, 15 de abril de 2010

VIAJAR, VER Y CONTAR

¿Con qué te quedas de París? ¿Con la Torre Eiffel? ¿Notre Dame? ¿Con qué te quedas de lo poco que has visto, de esas escasas horas de la noche que paseaste por la gran ciudad?

Me quedo con la mujer invidente que con su dulce voz embellecía los pasillos del metro mientras esperaba que alguna moneda cayera en su cesta.

Me quedo con los hombres cuya casa es el metro y su tesoro el saco de dormir. No tienen rostro porque el saco les tapa la cara, sólo tienen unas botas e intuyo que ganas de vivir.

Me quedo con el hombre con casa de cartón. Hay quienes llevan la casa a cuestas y quienes viven cuesta arriba por llevar una casa, a otros les cuesta llevar una casa y hay a quien le cuesta tener que cargar con su casa, o llevarla en brazos, buscarla entre los escombros, esperar un nuevo día para malvivir.

Me quedo con el hombre que conocí en el metro; por el olor que desprendía supongo que el alcohol era su gran aliado. Intentamos hablar, aunque los intentos fueron fallidos. Pero aunque así fue, cuando nos paramos en nuestra estación y despedimos a este personaje, su rostro se iluminó. Tal vez éramos los únicos que le habíamos hablado y escuchado en todo el día, tal vez… Pero ojalá que no, ojalá tenga más gente en su vida.

Me quedo con la sonrisa que ha provocado en mí ese bebé con su madre, me quedo con la ternura…

Y es que vaya donde vaya, aunque la luz de la luna, un paisaje magnífico o un gran monumento me deslumbre, siempre me fijo y me interpelo por la grandeza que nació y nace de la mano del hombre al contraste con la más grande miseria.


Y de propina, una canción de Pedro Sosa. Abajo tienes el enlace para escucharla.

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LOS ÁNGELES DUERMEN EN LAS ACERAS
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“Algunos los llaman el cuarto mundo
sólo los corazones que todavía
recuerdan el lenguaje de las estrellas
saben que los ángeles duermen en las aceras”.

Cayeron en las calles en un día gris
en los bancos del parque, su nube de papel
los charcos, las aceras, los portales,
al anochecer los vieron mirando un cielo
al que no pueden volver.
Sus alas se han caído y no recuerdan ya
de dónde han venido y si hubo alguna vez
un paraíso distinto, una sonrisa o una taza de café

Y entre un mar zapatos y aceras
en su isla de cartón viajan lejos
tan lejos de su paraíso
tan cerca del infierno al que cayeron.
Y el frío congeló la esperanza,
y el hambre hizo olvidar los olores
del mar y las flores en la noche.

Caminan por las calles, un mundo sin altura
no hay vértigo, no hay miedo, no hay donde caer.
Y mientras aborrecen el menú del hambre
tan cerca de la tierra el pan no sabe igual
caídos desde el cielo, atados en el suelo.
.............

sábado, 20 de marzo de 2010

CARTA DESDE HAITÍ

Llevaba tiempo queriendo volver por estos mundos; tenía alguna idea, alguna anécdota… Pero acabo de recibir una carta desde Haití que ahora mismo voy a compartir con vosotros.

Me la escribe Nati, una religiosa de Vedruna a la que conocí hace 4 años, cuando empezamos a preparar con un grupo un viaje misionero a Venezuela.

Yo la verdad es que he oído y leído poco de Haití porque no tengo tele y leo poco el periódico; me di cuenta de la magnificencia de esta catástrofe por la gran respuesta generosa de la sociedad. Hoy supongo que ya no se oye nada o casi nada de Haití en la televisión, por ello os dejo con esta carta de Nati, que tras lo acontecido decidió ir por tiempo indefinido a Haití.


Hola a todos, después de un tiempo por estas tierras caribeñas, ahora ya puedo dedicaros un ratito si la luz me deja:

De aquí la experiencia que podemos contar es siempre dolorosa, es la autentica cuaresma de ayunos y sacrificios permanentes y sobre todo en los mas pequeños.
Nosotras dos estamos en un albergue con niños haitianos que padecieron diversas fracturas en cabeza- sobre todo- y amputaciones o brazos sin movilidad y costará que "olviden" el terror que han vivido.


Como muestra de tal sufrimiento os cuento el caso de Thalía y su papá Huston, éste llevo durante tres días en brazos a Thalía de cuatro añitos con el cuero cabelludo rasgado hasta las cejas - lo que se dice colgando y con una piernita que ya llegó con gusanos en su gran herida. Nos cuenta la enfermera que fue operada en la entrada del hospital con la supuestamente falta de higiene e instrumental quirúrgico sin la esterilización necesaria, por gasas trozos de sábana en condiciones terribles todo este trabajo.

Como Thalía miles de casos. Es increíble. Lo más grande ha sido la decisión de facultativos que con este déficit de material han salvado miles de vidas. THALÍA esta muy bonita y alegre. Nuestra misión es mostrarles juegos, globos de colores y dinámicas con ellos para que su rostro vuelva a sonreír. Creo que nosotras mismas estamos siendo felices en medio de tanta tragedia vivida.

Como el Criol no entendemos nada lo solucionamos con cantos infantiles en español, cosa que aprenden con facilidad, también con mucho cariño, ellos lo notan y lo buscan en
nosotr@s. También llegan grupos de Psicólogos que hacen buen trabajo con ellos y sus madre o padre. Alguno se ha quedado sin papás y hermanos.

Estas pequeñas historias rompen el alma y nos sobra todo lo barato de esta vida, sabemos que esta es nuestra Iglesia y nuestra oración diaria. Damos gracias a Dios de poder estar aquí y ahora. Un abrazo muy grande a cada un@ del grupo, sabemos que
tod@s estáis aquí, ¡gracias!

Nati y Pilar.

miércoles, 6 de enero de 2010

LO MEJOR DE 2009

Aquella misma tarde cuando regresaba de encuadernar la dichosa programación se me ocurrió el comienzo de esta entrada antes de saber con la total seguridad que hoy tengo que mi destino era aprobar.

¿Sería el gran beso de buena suerte que me enviaron los niños de 4 años? ¿O el abrazo que me dio Alberto el último día que le vi por el cole? Pudo ser el grito de “¡suerteeeee!” que me mandó Tere desde su coche a los pies del acueducto…

Pudo tener su parte el intelectum, o el cerebrum que me mandó Bea, ambos compuestos de fósforo y todas esas cosas que desgastamos los estudiantes en los días fuertes…

¿Fue cosa del azar? ¿O tuvieron que ver los sueños?

Dos días antes del teórico soñaba que me salía el tema 15. Y dos días después salió el tema 15.

Unos días antes del oral soñaba que me tocaba cantar el himno a Segovia. Unos días después, al coger la partitura en mis manos me encuentro con “la mosca y la mora” que no es el himno de Segovia pero por ahí por ahí, porque el uno habla de “los comuneros cuando abatido fue su pendón” y de la “Segovia guerrera y santa” y la otra es casi una guerrilla declarada entre una mosca, una mora, un ratón, una araña, un perro…

Por fin, aprobadas las oposiciones… ¿Y qué son unas oposiciones?


Es algo así como ser un ser asocial durante un buen periodo de tiempo.

Es mejor que ponerse a régimen, porque sin comerlo ni beberlo, es más, comiendo, bebiendo y llevando una vida sedentaria al 95% la gente te dice que has adelgazado y parece ser que es verdad.

Es desesperación y esperanza a partes iguales.

Es soñar.


¿Y unas oposiciones aprobadas?

Es como el día de tu cumpleaños porque todo el mundo te llama y te escribe mensajes.


Es un sueño hecho realidad.

Es mejor que ganar una edición de gran hermano porque sin salir del anonimato vas por las calles encontrándote a gente que te felicita a ti, a tu madre…

Es…

Una de las cosas que más me gusta es compartirlo con la gente que quiero porque me dicen unas cosas tan bonitas…

¡GRACIAS!

QUE SIGAMOS TRIUNFANDO EN 2010.