sábado, 23 de mayo de 2020

CREAR, SOÑAR, VOLAR...



Imagen de  Monfocus en Pixabay


Hace un mes surgió la idea de esta entrada, pero, ya sabéis, pasan los días volando y siempre se quedan cosas en el tintero. Sin embargo, nunca es tarde para crear, soñar, volar...

Por fin la otra mitad de España podremos movernos con un poco más de libertad, ¡por fin! Pero, ¿Para cuándo los besos y abrazos? ¿Y el salir sin mascarilla y sin miedo? ¿Qué pasará a patir de ahora? ¿Cómo será eso de la nueva normalidad? ¿Habremos aprendido algo de todo lo sucedido? ¿Qué desenlace te imaginas después de todo este tiempo en casa, aislados, viviendo (y sufriendo) en primera persona este acontecimiento histórico? 

Te sugiero que dejes que la imaginación y los sueños vuelen, los pongas por escrito y los compartas. Por eso te propongo que des a “comentarios” y compartas tu propio final, ya sea a nivel mundial, local, a corto o largo plazo, realista, imaginario, utópico…

Vamos a por el final 1:

Los ciudadanos se dieron cuenta de que vivir rodeados de cemento, como sardinas enlatadas, no era bueno ni sano, que agobiaba y era inhumano. Los que no pudieron (o no quisieron por prudencia) "escapar" a tiempo, soñaban con su segunda residencia en un pueblo.

Cuando acabó el confinamiento, se produjo un éxodo masivo de las ciudades. Unos 500.000 habitantes de Madrid y 20.000 de Segovia fueron a vivir de forma permanente a un  pueblo. De esta manera los que tenían 100 habitantes pasaron a tener 300, los de 400 pasaron a 800 y así es como muchos duplicaron o triplicaron su población y aumentando a su vez los servicios y el transporte público. Las casas derruidas fueron levantadas de nuevo. Las panaderías reabrieron y los antiguos panaderos ya jubilados traladaron sus conocimientos a los nuevos artesanos. Las escuelas que hacía unos años cerraron, volvieron a abrir sus aulas y los pequeños consultorios tuvieron médico y enfermera de forma permanente. Muchos hosteleros que se habían quedado sin trabajo, habían decidido estudiar durante el confinamiento y en unos años pasarían a vivir en el pueblo ocupando los nuevos trabajos de artesanos, agricultores, sanitarios, maestros… 

Las personas se habían dado cuenta de la importancia de la música y el arte y se crearon nuevas escuelas de música, teatros, bibliotecas, etc. De esta manera, la población comenzó a valorar, cultivar sus habilidades artísticas y a demandar más actos culturales por lo que los artistas, lejos de sus previsiones, comenzaron a tener más y más trabajo. Muchos estadios de fútbol tuvieron que pasar a convertirse en auditorios por falta de afición futbolera ya que la gran mayoría prefería jugar a ese u otros deportes que contemplar a los deportistas de élite en el asiento de un estadio o en el sofá de su casa. 

Hubo gente que, tras tanto tiempo encerrada, había comenzado a hacer, además de batas y mascarillas, camisetas, faldas y otras prendas de vestir. Cuando paró el decreto de alarma, comenzaron a venderlo en mercadillos; tenía tanta aceptación que las grandes tiendas de moda, entre ellas Inditex, tuvieron que cerrar sus tiendas en España por falta de compradores.

También cerraron definitivamente las tiendas de chinos. Todo el mundo compraba en bazares españoles (que tras la crisis sólo tenía proveedores de España y Europa) y en las tiendas de su barrio y no solo eso: evitaban las primeras marcas y buscaban productos nacionales. Fue tal la respuesta solidaria, que las grandes superficies tuvieron que ser clausuradas; esto benefició a pequeños productores locales que recuperaron en poco tiempo lo que habían perdido y, en consecuencia, se fue reduciendo paulatinamente la exportación y la importación de productos.

Es así como la economía, lejos de lo que se pensaba, se fue recuperando por el aumento del consumo local y la huella de co2 no volvió a estar a los niveles tan elevados anteriores al confinamiento.

Bueno, paro ya, que esto engancha.



Se puede continuar esta historia o crear una nueva. ¡A crear, soñar, volar...!

domingo, 15 de marzo de 2020

EL DÍA EN QUE LA TIERRA MAULLÓ DESESPERADAMENTE

Hace unos años paseaba con mi amiga Bea por Valsaín y, al pasar cerca de un contenedor, escuchamos unos gatitos maullando desesperadamente. Tras pensar qué podíamos hacer, optamos por rescatarlos y cuidarlos entre las dos hasta que apareciera (que afortunadamente así fue) alguien que quisiera quedarse con ellos. 

Sin embargo, al sacarlos del contenedor, dos de ellos estaban bien, pero había uno moribundo al que ni el maullido le salía, y en vista de la situación y de que había poco que hacer por él, decidimos dejarlo.

Unas semanas después nos enteramos de que tras rescatar a los dos gatitos, había pasado por el mismo sitio una chica y había escuchado maullar fuertemente al tercero, por lo que le sacó del contenedor y su perra le amamantó hasta que, al cabo de un tiempo, murió.

Me parece impresionante lo que es el instinto, cómo ese gatito, cuando tenía a sus hermanos, dejó que ellos se encargaran de pedir ayuda, pero cuando se vio solo sacó fuerzas de donde no las tenía y consiguió que alguien le escuchara.

Estos días me estoy acordando de la historia porque hoy es la Tierra como el tercer gato. No es que esté en un contenedor; es que la estamos convirtiendo en un inmenso vertedero. Y sí; hay quienes están gritando por ella , pero lejos de ser escuchados, están siendo asesinados. Por eso ha llegado la hora de que la Madre Tierra se ponga a “maullar” desesperadamente.

Es, también, como si la Pachamama se hubiera convertido en Mafalda y hubiera lanzado su grito: “¡Paren el mundo, que me quiero bajar!”.



También, confieso, que llevaba unas semanas pensando hasta qué punto es necesario el ritmo frenético que llevamos. Todo esto surgió porque, coincidiendo con las semanas en las que tenemos menos luz, varios de mis alumnos, al preguntarles cada mañana cómo están, me decían que mal porque sus padres/madres les habían levantado muy pronto. Entonces yo me preguntaba: ¿es realmente necesario levantarse en invierno cuando todavía hay oscuridad para meterse en un colegio? ¿Es necesario que los padres tengan que madrugar para ir a trabajar para ganar dinero para poder tener una casa, coche, y que sus hijos puedan tener de todo pero pagando el precio de tener que ir a madrugadores, al comedor, y de no estar con sus progenitores? ¿Es realmente necesario levantarse a las 6 de la mañana para ir a trabajar y llegar a casa cuando ya ha anochecido? ¿No sería mejor llevar un ritmo más acorde a los ritmos de la Tierra?

El martes, volvía a casa y vi un amanecer lunar impresionante; el jueves había una delicia de puesta de sol; anoche las estrellas brillaban a lo grande. Para esos pequeños-grandes milagros de cada día no es necesario viajar. ¿Por qué no pruebas a apagar la televisión, coger los prismáticos y contemplar lo que el ritmo diario nos oculta? ¿Por qué no pruebas en estos días a hacer tu propio pan, bollos de canela..?

Gracias a todos por los menajes bonitos, graciosos, de solidaridad, gratitud… Nosotros también hoy saldremos a cantar “resistiré”. 


Pueden darse muchas lecturas a lo que está sucediendo; ojalá nos tomemos este tiempo como una importante reflexión más allá del miedo. Ojalá, cuando pase todo, y a partir de hoy, seamos capaces de construir “un planeta libre”.


P.D: No dejes de leer esta reflexión de Francesca Morelli y "El virus que quería abrirnos los ojos", de Eduardo Soto. 

jueves, 27 de febrero de 2020

PANDEMIAS SILENCIADAS



Una noticia de abril de 2019 dictaba que Más de 100 millones de personas pueden morir de hambre.  Pero esto no esto no es noticia, esto no es pandemia, esto no urge solucinarlo. 

Mientras, paradójicamente, La obesidad es responsable de la muerte de 4 millones de personas al año.  Pero nos siguen bombardeando con publicidad engañosa, incitándonos a comer alimentos insanos independientemente de que afecte a nuestra salud.

Además, La contaminación ambiental causa 800.000 muertes al año en Europa. Pero la Cumbre del Clima, celebrada a finales de año en España, fue un auténtico fracaso.

Por otra parte, “La guerra deja miles de muertos cada año en todo el mundo”. Y El mundo bate su propio récord de refugiados con 70 millones de personas huyendo de la violencia. Pero los gobiernos, lejos de intentar frenar los conflictos armados, siguen vendiendo y comprando armas para lucrarse a costa de la guerra, dejando que la sociedad civil muera cruelmente y se desplace en condiciones pésimas.

Y no, aunque podría, no voy a tocar más ámbitos; esto es suficiente para pararnos a pensar.

¿Qué sucede, entonces, con el Coronavirus? ¿Por qué está todo el mundo alarmado mientras cientos de miles de personas mueren por causas evitables sin que nadie haga nada por frenarlo? ¿Por qué ponen cada día nuestra vida en peligro, por ejemplo, a nivel de salud alimentaria o medioambiental y la noticia de un virus desborda de repente las noticias como si fuera lo que más muertes causa o va a causar en el mundo este año cuando sabemos que no es así?

PAREN DE ENGAÑARNOS, PAREN DE METERNOS MIEDO, PAREN DE GUIAR NUESTRA FORMA DE PENSAR, SENTIR, ACTUAR O NUESTRAS PREOCUPACIONES. QUE PARE DE UNA VEZ LA DOCTRINA DEL SHOCK.


P.D.: La televisión (además de los medios de comunicación-desinformación-sobreinformación) es el opio del pueblo. Apágala antes de que siga atentando contra tu vida, tu salud física y mental, tu felicidad…

viernes, 16 de agosto de 2019

BRAZOS ABIERTOS



Dicen que aburrirse o tener tiempo libre puede ser el comienzo para crear. Hoy es de esos días de vacaciones que he parado, sin más, y me he preguntado cómo estará el mundo.

El Open Arms en el punto de mira (el día menos pensado me independizo de Europa porque cada vez me da más vergüenza pertenecer a tal continente). Y ¿qué será de Venezuela? ¿Y de Grecia? Todo sigue igual o peor. ¿Qué pasó con el City Plaza, hotel ocupa que fue el hogar temporal de cientos de refugiados y donde pude estar y cantar con los niños? Hace poco han sido entregadas las llaves del hotel a los dueños y los refugiados han sido acomodados en lugares seguros. De los que no sé nada es de los de Termópilas. De los rohingyas hace mucho que no hablan; los quieren llevar a vivir a una isla de fango.

Hace algo más de una semana en Segovia estábamos con el alma encogida por la impotencia de ver cómo el fuego se comía nuestra querida montaña y hoy me escuece el tomar conciencia de lo mal que va el mundo. Me aterran los mandatarios y sus medidas antipersona.

Y la verdad es que la vida es bella, sobre todo para los que podemos decidir qué hacer en el estío. Yo sé que tengo alas  a pesar de mi relativa libertad, como la de cualquier ser humano. Libre para atarme.

Y así, atada pero libre, he podido volar en esta ocasión a Brasil, donde pasé casi todo el mes de julio. Por una parte he disfrutado de la estupenda familia que tengo allí y he conocido Río de Janeiro, muy recomendable. Disfrutar es una fortuna y es bueno aprovecharlo y compartirlo cuando se tiene la oportunidad y en Brasil basta mirar un árbol para estar boquiabierta por su inmensidad.

También he aprovechado para hacer voluntariado, que es para mí la mejor escuela de verano. Ha sido poco tiempo, pero me ha dado tiempo a conocer el “Proyecto Social Vida y Esperanza”. En la joven ciudad de Imperatriz (167 años), bañada por el larguísimo río Tocantins, las religiosas teresitanas promueven esa acción en un barrio de la periferia además de otras acciones pastorales y sociales.

Una de las cosas que más me gustan es que viven en medio de la gente, de los últimos. En el proyecto se da apoyo escolar y una merienda a 100 niños de la zona, la mayoría marcados por duras historias familiares como padres en la cárcel o víctimas de la drogadicción o el alcochol, desestructuración familiar, progenitores que no cuidan de sus hijos y tienen que ser atendidos por sus abuelos, o incluso el caso de una familia venezolana que huyó de la penuria que azota el país y llegó sin nada.

Cuando les ves jugar y reír en el proyecto limpios, con miradas cautivadoras, sonrisas contagiosas y ganas pasarlo bien, cuesta imaginar lo que hay detrás de cada uno de ellos.

Pude entrar en algunas de sus casas y se me caía el alma a los pies al ver la suciedad, las puertas y persianas de hierro, los muros en muchos casos sin pintar, a ladrillo descubierto y la trágica historia que vive cada familia.

Las religiosas y las dos monitoras que tienen contratadas hacen que sus días sean más felices, que disfruten de su infancia, tal vez que olviden por un momento la dura realidad que les envuelve, y les ayudan a tener un futuro. Un día paseando por el barrio nos encontramos con un joven que trabaja en una óptica y ha formado una familia. Seguramente eso se deba gracias a la labor de las hermanas dado que la situación social y familiar no auguran un buen futuro para ellos.

Cuando me despedí de Imperatriz me llevaba mucha gente en el corazón. Niños, jóvenes, adultos y algún anciano con los que compartí conversaciones (gracias a la facilidad de entender el portugués y a la inversa cuando se habla lento), abrazos, juegos, miradas, gestos, detalles de acogida que me hicieron sentir como en casa los pocos días que estuve allí. 


Un día salimos de excursión al parque de la ribera del río Tocantins; fue una gozada.
Debajo,  las cometas, una de las grandes diversiones para los niños, enganchadas
a los cables de la luz.


Acogida, Europa, acogida… Y así es como hoy, leyendo que "los altos mandatarios de nuestro país descansan en tan hermosas residencias palaciegas mientras la policía del país vecino se encarga de hacerles el juego sucio moliendo a palos o deportando al desierto a los migrantes que se acercan a las fronteras que limitan con el norte rico y acomodado", me dedico a compartir me decido a compartir hoy letras, reflexiones y experiencias.

Porque la vida es bella, el mundo es maravilloso, pero a la vez hay quien vive las consecuencias de nuestro estilo de vida y hay quienes se dejan la piel por los demás. Por gente como ellos es por lo que el mundo es cada día un poco más bonito. Y tú, ¿haces que este mundo sea más bello?




sábado, 23 de febrero de 2019

UN SOLEADO 22 DE FEBRERO (SE ACABA EL TIEMPO)


Se acaba el tiempo. Hay quien lo ignora y hay quien da su vida por ello. 

Ha surgido una visionaria que en poco tiempo se ha convertido en una figura mediática. Es como si la Tierra se hubiera encarnado en una niña. 



Greta sabe que la única manera de poder llegar a un futuro feliz, es la lucha de hoy.

Yo también lo creo, yo también me uno. 

Y pido que todos los jóvenes estudiantes que se unen a Fridays For Future no se limiten simplemente a hacer huelga y manifestarse, sino que se se manifiesten y hagan huelgas como consumidores (eso sí que cambiaría el mundo).

Dejo esta breve entrada un 22 de febrero en el que en vez de llevar abrigo hay quien ha lucido camiseta de manga corta. 

Sí, a mí también me gusta el sol y el cielo azul, pero me preocupa mucho lo que se está gestando. 

Y tú,  ¿qué estás dispuesta a hacer por el futuro?¿qué estás dispuesta a hacer por tus hijos?

lunes, 31 de diciembre de 2018

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA SER UN SUPERHÉROE EN 2019





Mi favorita era Wonder Woman; cuando era pequeña no abundaban las  superheroínas.  Siempre eran ellos los que rescataban; ella era de las pocas con superpoderes. De hecho, he escrito “superhéroe” porque enseguida lo asociamos a Batman, Superman, Spiderman… Si hubiera puesto superheroína, posiblemente nos acordaríamos más de mujeres de hoy día, o de hace unos años,fuertes y valientes como Elena Maleno, Malala, Teresa de Calcuta…

En la adolescencia me empezó a gustar Spider-Man. Ví en el cine la versión de 2002 y me llamó la atención que un hombre con su vida corriente, un trabajo, un amor, etc., tuviera que decidir entre seguir con su vida normal o ayudar y salvar vidas a costa de malos entendidos con la gente que le rodeaba. 

Pero hablemos de ser héroes o heroínas, de nuestra posibilidad de salvar vidas (creo que está en manos de todos), pero no de ser “salvadores”, sino de hacer justicia, compartir lo que la vida nos ha dado.

Si eres de los que se conmueven ante este tipo de noticias:






Si te gustaría que el año 2019 fuera más bonito, no solo para ti, sino para todos.

Si sueñas con dar una vuelta de 180º a los titulares del telediario, 

ahí van unos consejos prácticos y sencillos, pero realmente útiles para ser un superhéroe:

1 Ser feliz es una actitud. No puedes ayudar si no te ayudas a ti mismo o si no estás bien contigo mismo. “La vida es bella” me hizo entender que incluso en la peor de las situaciones se puede sacar una sonrisa. No sueñes con tenerlo todo, sino con valorar todo lo que tienes. 



2. Los que piden a la puerta del supermercado o de la iglesia, también cuentan. Sí, siempre es discutible si ese dinero lo quieren para comer, si es para ellos o para una mafia… Échales una sonrisa y saluda. Dile con tu actitud que también cuentan. Ellos nos recuerdan que sigue habiendo necesitados y excluidos muy cerca. Nos hablan de miseria a cada paso en el que los encontramos. Pon amor en esa situación.

3. Pásate a la banca ética. Los bancos de hoy día financian las armas, y de esta manera la guerra la guerra, con nuestros ahorros. Eso significa que cuando depositamos nuestro dinero en entidades como BBVA, Santander, etc., estamos colaborando con la guerra. https://alternativaseconomicas.coop/articulo/actualidad/espana-gran-financiador-de-armas 
Yo estoy a punto de cancelar mi cuenta en BBVA y me he pasado a Triodos y Fiare. Ellos prestan el dinero a quien quiere realizar proyectos sostenibles, éticos, solidarios. Y si tienes dudas porque apenas se conocen y el tema de los ahorros es serio, he de decirte que “el Gobierno español, a través del Fondo de Garantía de Depósitos, asegura la devolución de un máximo de 100.000 euros por titular y entidad”

4. No entres en tiendas de Inditex ni de Chinos, no compres “made in China o PRC, Bangladesh, Turquía”. Busca etiquetas "HECHO EN ESPAÑA" (no te confundas con el "diseñado en España"). El año pasado por estas fechas ya lancé una entrada. 
Reconozco que me gusta comprar ropa, vestir a mi manera y renovar mi vestuario, pero desde que no entro en Pull and Bear, Stradivarius, etc., me siento más unida a la gente que habita conmigo el mundo. Es verdad que es complejo, pero puedes optar por comprar ropa de mejor calidad que de dure más. También puedes ir a tiendas de segunda mano o hacer quedadas para intercambiar ropa. En grandes ciudades tienes más alternativas como Circular Project o IOU Story Store en Madrid (en este último caso la tienda física va a cambiar de lugar, pero el día que entré ahí me di cuenta de que me había encontrado con una auténtica heroína).



Y qué decir de los chinos y de China…  ¡Si es que nos están invadiendo! Pero lo peor es que nos estamos dejando. Este año creo que puedo contar con los dedos de una mando las veces que he entrado en ese tipo de tiendas. Si te gusta ese formato de tienda, ve a tiendas similares pero de españoles, y si además tienen productos hechos en España, mejor. 

Otro tipo de negocios que están proliferando son las casas de apuestas deportivas. Dejan claro que algo se nos está yendo de las manos. Si cada vez hay más, es porque van más. Deja el azar, estudia, busca o piensa o invéntate un trabajo. 

Este año no he jugado ni un euro a la Lotería de Navidad. “¿Y si toca?” ¿Te ha tocado a ti? A mí sí: familia, trabajo, gente querida… Es una lástima depositar nuestra esperanza y felicidad en un boleto. 

5. Que tu alimentación sea local, de pequeños comercios, si puede ser ecológica. El chocolate y el café es algo que consumimos mucho; cada vez que te compras o les compras a tus hijos una tableta de “chocolate con leche Nestlé extrafino” (¿recuerdas la canción?), les estás haciendo colaborador de injusticia. 



Si alimentamos a grandes empresas, damos de comer a gigantes egoístas. Ni siquiera el Mercadona es tan bueno como parece. Voy a ser práctica. En Segovia, por ejemplo, tenemos panaderías tradicionales; ¿no será mejor comprar ahí pan y bollería que comprar pan “de chicle” y bollos que son bombas de caloríficas? (Esto es verídico… ¡Se me acaban de quemar las galletas!) Haz tu propia comida y pon el temporizador para no despistarte. En Segovia hay carne, ¿no será mejor comprar lo nuestro que comprar carne que viene de lejos? ¿No será mejor la carne de animales que pastan que la de animales de cebaderos? En Segovia hay legumbres y hortalizas, leche, huevos, vino, cerveza… Mejor comprar lo que tenemos cerca, favoreceremos nuestra economía local. Habría que tratar de evitar los supermercados, lo reitero, son gigantes egoístas y no piensan ni en lo local ni en el plástico. Aquí puedes encontrar entre otras cosas cómo alimentarte mejor en Segovia. 

6. Evita el plástico en la medida de lo posible. Mira, esto es lo que está pasando.



Compra todo lo que puedas a granel, evita usar vasos, cubiertos y servilletas de usar y tirar, pásate a los cepillos de bambú. 

7. Usa menos el petróleo tanto para desplazarte como para calentarte. Transporte público, compartir coche, andar o ir en bici… Chimeneas, calderas de pellets, energía renovable, mejorar aislamientos… Cada vez que usas menos petróleo, estás apagando la guerra, estás dejando de dar de comer a ogros como Estados Unidos o Arabia Saudí. 

8. Deja de lado la tele y del móvil. Propónte un fin de semana sin tele, ya verás qué bien sienta. Yo ya te he contado, que no tengo … http://pipilipopotamo.blogspot.com/2017/09/confesiones.html 
Y los fines de semana descanso por la mañana de móvil. Cuerpo y mente se oxigenan. La realidad, la gente, es palpable, se puede ver, se puede tocar…

9. Haz voluntariado y/o donativos a entidades solidarias. Lo sé, uno no sabe de quién fiarse. Personalmente, colaboro con Haití Vive (les conozco, sé de sobra que son buena gente y cómo gestionan los donativos), Amnistía Internacional y Manos Unidas. Si quieres dar tu tiempo, te recomiendo Cáritas, que está en todas partes o San Egidio en Madrid .

10. En el último día del año, o en los primeros del que entra, para, siéntate, haz silencio, haz balance de todo lo bello, tira por el retrete lo feo, reconcíliate (contigo, con los demás), ponte metas y prepárate para ser una heroína en 2019.

Lo sé, ser superhéroe es complicado, pero para Peter Parker (Spider-Man) tampoco fue fácil. Eso sí, da mucha satisfacción personal, se puede ser mucho más feliz. Ve poco a poco, pero ve, porque en este mundo que habitamos lo contrario de ser superhéroe es ser depredador. Nuestros actos tienen consecuencias en nosotros mismos, en los de cerca y en los de lejos. 

Tenemos más superpoderes de lo que pensamos. Gira las muñecas y verás cómo te salen telarañas, ponte una capa y échate a volar, toma un bote de espinacas o un poción mágica y verás todo lo que está en tus manos.

Sé feliz en 2019, haz feliz en 2019. 

P.D.: No quiero dejar en el tintero una historia reciente y verídica de héroes. El 28 de diciembre un grupo de aventureros cogieron sus capas y, sin antifaces, (los valientes de verdad no necesitan ocultarse el rostro) cubrieron corriendo los 130 km que separan el puerto de Santander de una fábrica de armas que hay en Burgos para denunciar de forma no violenta que la guerra empieza aquí, que las armas nacen en España, amigos, las fabrican españoles y nuestra economía mejora gracias al negocio de la guerra. No lo sabemos porque eso no interesa que salga en las noticias, nos lo esconden. Un aplauso para los que nos lo dan a conocer. 





martes, 4 de septiembre de 2018

INDIA: CUANDO SE APUESTA POR LA EDUCACIÓN






Desde que nacemos, los seres humanos realizamos una función básica y aunque se asocia a lo soez, me atrevo a decir que es mágica, sí, esa que consiste en eliminar cada día (¡y ay si no es a diario!) todo lo que el cuerpo no necesita o no puede aprovechar, todo lo no que sirve, lo que no aporta energía a nuestro cuerpo. 

Pues bien, no entiendo por qué nos pasa a muchos que no somos capaces de hacer lo mismo cada noche con todo lo que ha pasado por nuestros sentidos y ha llegado a la mente y al corazón. Qué bueno sería cada noche sentar al cerebro en una letrina adaptada para eliminar todo aquello que lo único que hace es deteriorarnos por dentro, impedirnos ser felices… Si fuéramos capaces de hacer con la mente como con el cuerpo, guardar solo lo que nos hace crecer y tener energía, nos levantaríamos cada día con más alegría. 

También quiero yo guardar todo lo bello de 25 días, 8 en Nepal y el resto en la India. También me gustaría ser para quien lee la vista, el tacto, el gusto, el olfato, el oído… Sí, poder mostrarlo todo para que cada uno guarde solo lo que le haga crecer. 

Este año no he pedido colaboración como otras veces (sabiendo que hay gente con un corazón grande, mucha generosidad y disposición para llenar las maletas de esperanza) porque solo he llevado una mochila y porque no sabía bien dónde iba ni qué necesidades había; sólo unos caramelos y unas cámaras de juguete se colaron en el macuto con el fin de provocar sonrisas.

India… ¿Quién no ha oído hablar de ella? A mí llevaba tiempo picándome la curiosidad y últimamente se hacía eco en gente, situaciones…

Tras llegar a Delhi, fuimos al metro para dirigirnos a la estación de tren. Hasta ahí parecía que estábamos en otro país por las instalaciones tan modernas, limpias y cuidadas. Fue al salir a la calle cuando me di cuenta de que estaba en la India. Seguidamente nos esperaba un viaje en tren de 17 horas con cama y aire acondicionado que tampoco tenía nada que envidiar de un tren en España. 

Próxima estación: Ranchi, una gran ciudad situada en el nordeste de India. Allí, y en más ciudades de India, los hermanos Marianistas tienen un programa llamado REDS (Ragpickers Education and Development Scheme) mediante el cual forman a niños traperos para que puedan entrar en el colegio, y a los que están escolarizados les dan clases de apoyo. Cabe decir que también les dan de comer, lo que garantiza al menos una comida saludable al día. En una mañana visitamos 3 centros donde profesores y voluntarios llevan a cabo la formación de los niños.

Grupos de niños de diferentes edades, sentados en el suelo (como es propio en India), una pizarra de fondo, profesores y voluntarios acogedores… Llegamos, se levantan y a la orden del profesor nos reciben de la mejor manera que puede y sabe hacer un indio: cantando a pleno pulmón “hearty welcome” (cordial bienvenida), lavándonos las manos y dándonos flores. En el primero de los centros la emoción rebosaba por dentro, pues pensaba ¿quién soy yo para recibir esa calurosa acogida? Yo, que estoy de paso, que poco puedo hacer y puedo dar…

Siempre tuve claro en mis viajes que cuando uno va a hacer un voluntariado no va a salvar el mundo, sino a devolver lo que la vida de ha dado, a aprender, a crecer, a conocer lugares y gente… Esta vez llegué con caramelos en la mano y salí con una rosa y miradas, sonrisas, choques de mano y cariño… Fueron ellos mis Reyes Magos. 

Y no venían de oriente… Después de verlos a ellos, lo siguiente era descubrir sus casas de plástico (adobe y madera en caso de los más afortunados), las calles donde juegan con barro y suciedad imperantes. Ellos sí que son magos, magos capaces de transformar la miseria en acogida calurosa. Yo, que vivo en un país donde el odio, el racismo y las fronteras crecen por momentos.

Además de los centros de REDS visitamos varias escuelas en Ranchi y Singhpur (un pueblo no muy lejano) donde los niños acuden cada mañana ataviados con su impecable uniforme: pantalones, faldas, camisas, corbatas, trenzas… Es maravilloso ver a los niños en el patio del colegio haciendo aquello que todo niño debería realizar a diario: jugar. Creo en la educación como vía principal para el desarrollo, para ser personas, incluso para volar. Es por eso que doy gracias a Dios por los y las Marianistas que apuestan por la enseñanza y la educación en un país donde los más desafortunados pasan su infancia mendigando.