domingo, 15 de enero de 2017

OJALÁ NIEVE...

"Ojalá nieve”. Llevo días expresando mi deseo en alto y más cuando el otro día subí a Peñalara con tiempo primaveral y escasa nieve tratándose del mes de enero. Una situación anómala en la que no queremos reparar… El Paneta y el mundo se están volviendo locos. 

También llevo tiempo queriendo escribir a todos los que colaborasteis con aportaciones económicas y mensajes de apoyo ante aquel viaje a Grecia. Os pido disculpas; nunca es tarde para decir “gracias”, para contaros que gracias a vosotros compramos comida (legumbres, aceite, fruta y verdura) y cajas de cartón para una ONG que gestiona un almacén de ropa y alimentos que se distribuyen por diversos campos y squats (edificios ocupados por activistas para que residan los refugiados). Algo con lo que me quedo de aquel viaje es con la gran cantidad de voluntarios españoles con los que me encontré. Es algo que no sale en las noticias o en las estadísticas y sin embargo os aseguro que es para estar orgullosos: los españoles somos solidarios. 

“Ojalá nieve; expreso como un niño. 

Ante el frío que llega me preguntaba por aquellos campos que visité, por aquellos refugiados que conocí; aquellos con los que conversé, los niños con los que jugué; las personas con las que me crucé o a los que simplemente saludé. Sí; he dicho personas, porque a veces tanto decir “refugiados” parece que se nos olvidara que son seres humanos. 

Sobre el campo de Termópilas me llegaba esto. http://prorefugiadxs.cordoba.cc/2016/10/10/comunicado-situacion-actual-del-campo-refugiados-griego-termopilas/ Allí estuve solo unos días, pero el afecto de la gente me caló hondo. Me cuesta imaginar a aquellas familias y a aquellos jóvenes (poniendo en muchos casos caras y nombres propios) sufriendo en esa cárcel y recuerdo la conversación el el City Plaza (http://elpais.com/elpais/2016/12/19/planeta_futuro/1482172713_800642.html ) con aquella mujer que me decía que se marchó del campo de refugiados en el que estaba porque la alimentación era nefasta y sus hijas necesitaban una comida equilibrada y variada para crecer sanas.


Cuando yo estuve era verano. Ahora, mientras expreso mi deseo (en casa, con la calefacción encendida) de ver mi ciudad vestida de blanco, leo varias noticias que constatan la situación inhumana por la que están pasando aquellos que se embarcaron en el sueño de vivir en paz y con dignidad y hoy están atrapados en Grecia o Serbia muchos de ellos en tiendas de campaña cubiertas de nieve. http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/las-oeneges-altertan-muerte-refugiados-por-frio-5741058  Ellos arriesgaron su vida porque no querían morir por la metralla y ahora les está matando el frío. Mientras, los gobiernos se lavan las manos como Pilatos y nosotros tomamos un vaso de leche calentita mientras vemos el telediario o el programa de turno. Sí, Carlos, porque ahora la tele es el opio del pueblo. 


Foto de Bienvenidos Refugiados Voluntariados Grecia