miércoles, 11 de julio de 2012

LIVING IN LIVINGSTON


En la lancha, rumbo a Livingston.

La primera vez que vine a Guatemala, hace 4 años, el hogar de Puerto Barrios estaba en construcción;  así que pasé la mayor parte de mi estancia en Livingston.  Si quieres saber dónde está cada lugar, mira en el google maps.                                                                                             
                                     
¿Te imaginabas un internado así? Pues este es.

Si Puerto Barrios es una ciudad portuaria con mucha gente, con carreteras pero sin aceras, con muchas avenidas y calles, con casas de todo tipo, tiendas, gente pintoresca… Livingston es un pequeño municipio al cual solo se puede acceder en lancha; dista de Puerto Barrios unos 25 minutos en dicho medio de transporte por una hermosa bahía. Es como un pueblo donde apenas hay coches (carros, como dicen aquí), donde conviven queqchís, garífunas y ladinos junto con los turistas que se acercan, con cuestas casi como las de Segovia, sin Acueducto pero con un gran monumento natural llamado mar, con sonido de marimba...
Cuando las hermanas llegaron a Guatemala para supervisar las obras del hogar, les encomendaron un internado en Livingston que fundaron hace años los claretianos pero con el paso de los años había pasado por diversas manos y necesitaba alguien que lo levantara, que lo renovara, que enseñara disciplina, que lo hiciera más digno.

 

El coro de Kateri en la misa del domingo.
Aquí mucha gente vive en aldeas que yo comparo con pequeños caseríos. Estas son distantes y poco accesibles. En ellas hay colegios de Educación Primaria, pero si los indígenas que quieren seguir estudiando, tienen que ir a municipios más grandes. Por eso está Kateri (el internado lleva el nombre de la primera santa indígena), para que puedan residir y continuar sus estudios.


Además hace tres años construyeron también un colegio en el mismo recinto y con el mismo nombre que tiene desde lo que equivale a infantil hasta digamos que formación profesional y bachillerato. Mi labor aquí es enseñar canciones de viernes a domingo.  Son unos 20 los internos y son, como digo yo, muy “musiqueros”, así que yo les enseño cantos para la misa de los domingos y luego las adaptan a ritmo de marimba.

El señor con el carritode los helados, mujeres queqchis...
Livingston es un lugar… distinto. Me gusta porque uno puede salir y pasear por las calles, pararse en los puestos típicos, observar a los garífunas que conversan en su particular idioma, mirar cómo pasean la mamá queqchí con su hija. Aquí todo el mundo te saluda y los tenderos te llaman amiga para llamar tu atención. Me gusta Livingston.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

...y luego las adaptan a ritmo de marimba... me encanta!
Pili, un abrazo desde Cañiforniaaa!
Felipe

H. Alba, ecsf dijo...

Pipilipi!!!!!

Feliz día de la Virgen del Carmen...

Rezo mucho.. que me dedico profesionalmente a eso...

Te quiero y abrazo

H. Alba, ecsf

Pili dijo...

Si, Filip, si, a ritmo de marimba!

Albaaa! Cuánto me he acordado de vosotras hoy!!!