¿Dónde vas a ir en verano? Pregunta habitual cuando llega el solsticio.
Este año vuelvo a Senegal, a la Pouponniere de Dakar y a Kër Taizé, esos lugares donde puedo decir “vuelvo a casa”.
Antes he estado en Noruega y Dinamarca, países que se encuentran en el primer y en el quinto puesto del Índice de Desarrollo Humano2016. http://hdr.undp.org/sites/default/files/HDR2016_SP_Overview_Web.pdf Senegal, por el contrario, ocupa el puesto 162, 15º empezando por la cola.
Una guía que tuvimos en Bergen nos contaba que “Noruega ocupa el número 1 en el índice de felicidad”. Realmente es un país impresionante con gran riqueza natural y su preservación del entorno y su apuesta por la ecología entre otros le hacen envidiable.
Pero… ¿Qué es la felicidad? Varias guías en Noruega y Dinamarca coincidían en que allí la gente parece bipolar. “En verano te saludan y se muestran afables y en invierno apenas saludan y andan cabizbajos”. Qué decir de la elevada tasa de suicidios. Entonces me pregunto… ¿La felicidad se mide en dinero, desarrollo tecnológico, renta per capita?
Las dos veces que he ido a Senegal ha sido en la estación de lluvias, que no son abundantes, pero cuando cae agua lo hace con ganas. Allí la gente es feliz, amable, pueden estar en la calle por no tener un lugar mejor donde vivir, dedicándose a vender mangos o cacahuetes sentados en una piedra, pero te ofrecen la mejor de sus sonrisas. Objetivamente podría considerarse un país infeliz, pero lo que yo he visto con mis ojos es todo lo contrario a lo que muestran los datos de la ONU (si es que la felicidad se mide en dinero y esperanza de vida).
Entonces, ¿cómo se mide la felicidad? ¿En dinero? Por lo poco que he visto me da la impresión de que no. ¿En calor u horas de sol? Quién sabe, no lo descarto.
Dinamarca y Noruega están entre los países más ecológicos del mundo. La cantidad de bicicletas que ruedan o están aparcadas en Copenhague es realmente admirable. Controlan las emisiones de CO2 preocupándose de que bajen, cuidan de los espacios naturales, es fácil encontrar productos ecológicos y de comercio justo incluso en la cafetería de un hotel. Por el contrario, Dinamarca está entre los 10 países con mayor huella ecológica. http://www.nationalgeographic.es/photography/2017/03/los-diez-paises-con-mayor-huella-ecologica?image=9683.600x450 Entonces, ¿en qué quedamos?
Vale que las calles de Dakar están mayoritariamente sucias, cierto que el olor a carburante saluda al salir a la calle, pero ellos en vez de asfalto pisan la tierra, en lugar de máquinas utilizan sus manos, en vez de ser cifras andantes (como nosotros presos del DNI) son personas. ¿Será entonces el contacto con la tierra, con la gente o la sencillez lo que hace que un país sea feliz más allá de las estadísticas?
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1, 2, 3, 5, 10… He perdido la cuenta de amigos y conocidos que este año van a pasar sus vacaciones dándose por diversos continentes.
Aquí tienes la sección de buenas noticias de “españoles por el mundo”.
¿Te acuerdas de aquel hogar, que para mí es mi hogar de Puerto Barrios, Guatemala? Pues mi amigo Flo ha ido para allá con un sacerdote guatemalteco y con un grupo de gente de Riaza. Aquí puedes seguir sus entradas que para mí son muy emocionantes; son como una continuación de aquellos viajes que emprendí de 2008 a 2012. http://upariaza.blogspot.com.es/
¿Has visto alguna vez el programa de la voz? ¿Te suena? Entonces posiblemente conozcas al Padre Damián. Con él en un grupo, seguro que de gente maja, ha viajado Charito. Nunca he estado en este país, pero por lo que he visto en vídeos y fotos y leído debe ser un país muy impactante. Aquí puedes estar al día. https://www.facebook.com/damianmaria
Nuria ha vuelto a Togo esta vez con sus hijas y amigos. Ha conseguido el dinero necesario para terminar de construir una escuela… ¡Ole, ole y ole!
Hablemos de otro tipo de misiones. Los milagros existen. No hablo de fenómenos paranormales, sino de gente normal que realiza prodigios, que hacen que el mundo sea más bonito, que la vida venza a la muerte, que el amor gane al odio. https://elpais.com/deportes/2017/07/25/actualidad/1500982104_787659.html
Nati es otra de esas persona-milagro. Con ella tuve mi primera aventura misionera en Venezuela y desde hace unos años organiza cada verano viajes misioneros a Haití donde hace un campamento de verano y otros proyectos en uno de los países más tristemente olvidados del mundo. Este año se han visto desbordados por la gran ayuda material y económica que han recibido. https://www.facebook.com/Hait%C3%AD-Vive-244202689405646/
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