Desde siempre es sabido que los abuelos tienden a dar a los nietos los caprichos que no otorgan los padres. ¿Eso es cierto? ¿Fue cierto? ¿Es cierto hoy?
Yo pienso que hoy los abuelos dan a los nietos algún capricho más aparte de los que ya tienen.
Día de diario, misa en un templo segoviano.
Si te pones al lado de una persona con dentadura (lo siento si te das por aludido), pueden desconcentrarte esos sonidos tal que así: “mmmcht, mtsch, mtstht” cada 43 segundos.
Pero hoy me he puesto al lado de los superabuelos. No sé si tenían dentadura, pero sé que tienen una nieta.
Si la nieta tiene la psp, chuches, todos los cromos y postales de Patito Feo, mp4, un conjunto de falta, zapatillas y bolso de marca… ¿Qué capricho le pueden dar?
Subirla sobre el apoyabrazos del banco. La nieta en lo más alto, la nieta arribita para que vea la misa, el cura, las cabezas y pelucas de los asistentes… Desde lo más alto se ve todo. No te basta con subirla al asiento, es mejor algo nuevo, distinto, más peligroso pero más emocionante…
Superabuelo: ¿subes a tu nieta a la mesa de madera de cedro del salón para que alcance a ver la serie de Hannah Montana?
Superabuelo: ¿Apoyas a la niña en lo más alto de tu Mercedes para que pueda ver titirimundi?
Superabuelo, malcría a tu nieta todo lo que quieras, pero por favor, enséñala a cuidar el mobiliario público, privado y el urbano.
Superabuelo: da a tu nieta todos los caprichos que quieras, pero con sentido común.
Espero que nadie se sienta ofendido; es genial dar caprichos (¿a quién no le gusta recibirlos?), pero modérense, por favor no deseduquen y malenseñen más, que bastantes malas influencias tienen ya los niños de hoy.