lunes, 16 de febrero de 2009

EMPEZAMOS A VOLAR



El otro día encontré en una libreta el comienzo de mi viaje a Guatemala. El resto lo escribí en un cuaderno. Pasaron 24 horas desde que salí de mi casa hasta que entré en otra. No digo hasta que llegué a mi destino porque pasó otro día hasta que llegué a Livingston.

Aquí os dejo con la primera parte de mi viaje.

En el avión, 4 de julio de 2008

Este sueño poco a poco va tomando forma; del mundo etéreo del pensamiento pasa a estar en el espacio y en el tiempo; a ser material. Los ojos quieren caerse, pero quiero esperar al despegue.

Temblorosas por no saber si los “granitos de arena” (las maletas) podrían pasar en su totalidad, al llegar al mostrador de Iberia, efectivamente, nos dicen que no podemos pasar más de 23 Kl. por maleta. El susto se aplaca cuando nos dicen que volamos con American Airlines. ¿Si? Claro, no lo recordaba…


Tras muchas tontas preguntas como “¿dónde ha comprado el móvil” (pues en la tienda) ponemos la maleta en el lugar… Ah, no; antes le he preguntado con miedo si podía pasar un bolso con alcohol sanitario, ropa, material escolar… Pues bien, salvo el alcohol que es inflamable, todo lo demás, añadiendo las dos maletas con más de 60 kilos juntas han pasado y no ha habido problema con la guitarra y la maleta de mano.

Esto se pone en marcha, luego sigo.




En el avión, 13:13

¿Por dónde empiezo? Acabo de medio comer: lo más rico ha sido el pan con mantequilla, el pastel y el azúcar: bienvenidos a “come lo que puedas”. Digo yo que pasado un tiempo comeré más de todo un poco, no hay más remedio que adaptarse, pero la vinagreta ,el brócoli, y la salsa de la carne pa’l perro. Tal vez aparezca el Tom a comérselo, pues estamos en el cielo
[1].

Rodeada de gente pintoresca, tal vez la extraña sea yo y no me doy cuenta… Destaca entre esos americanitos que siempre he mirado tal vez con un poco de desprecio, un pelucón que pareciera postizo con una nariz como la de Adrien Brody; qué decir de ese personaje regordete y semiartificial, o de las azafatas americanazas más culonas que yo con cara peliculesca.

Gracias a mi escaso inglés no he sabido pedir una manta sino con lenguaje de signos. Negativo de este vuelo es que creo que por primera vez viajo en pasillo, con lo que me gusta mirar el algodón, y el azul de los dos colosales
[2].

Fotos, fotos y fotos: yo quiero ser como Sandra, por eso me empeño en hacer fotos como ella.

No puedo, me entra la risa cuando hablo en inglés. No he sido capaz de decir “oren yuis” y no he pedido nada de beber.


[1] Tom era el perro que teníamos en el pueblo, el perro de mi infancia.
[2] Los colosales son el mar y el cielo.

domingo, 8 de febrero de 2009

VA DE PADRES

Era una reunión en el Espinar de estas que suelo tener yo relacionadas con la Pastoral Juvenil. El cura nos abrió una sala y al irse nos preguntó si queríamos tomar algo a lo que respondimos que no, pero él, amable, dijo:

- Ya le diré a mi hijo que os suba algo.

Silencio en la sala. Éramos 6 personas de las cuales 3 se quedaron anonadadas. Ciertamente el sacerdote había dicho con toda la naturalidad del mundo que sería su hijo quien nos subiría algo de comer.


¿Un cura padre? Algún pillín pensará. ¿Un cura reconociendo su paternidad?
A mi no me pilló de sorpresa. La noticia de su hijo se oyó por los medios en su día y desde entonces me aprendí su nombre y su cara, aunque pocas veces, tal vez ninguna, le había visto en persona.

Al rato apareció con su hijo, un chico de 15 años alto, rubio y vergonzoso como ya había anunciado.

Un cura con su hijo. ¿Qué te parece?

A mi me parece estupendo.

Su hijo es bielorruso. Le tuvo de acogida por unos meses, pero llegado el momento de marcharse le costaba dejar a ese niño volver a su cruda realidad pudiendo tener aquí una vida digna.

Seguro que fueron muchos los trámites, pero Valentín le ha dado a ese niño lo que allí a duras penas hubiera podido encontrar: una casa digna, comida y ropa, educación, cariño…

Hace poco Valentín ha vuelto a ser noticia, esta vez por recoger alimentos, ropa y material escolar para los niños de Benín.



……….

¿Te imaginas que te llaman para que vayas a comer con alguien famoso, importante…? Eso me pasó a mí el miércoles.

Cinco comensales, uno de ellos de pelo moreno, largo y rizado, pantalones pitillo y cleriman. De su boca salían pocas palabras. Me recordó a Valentín ya verás por qué. El no tiene hijos, pero le llaman padre. Es el Padre Jony.

A la salida de la comida:

- ¡Raúl! ¡Que hemos comido con el Padre Jony! No pude evitar coger el móvil para contar la historia a alguna amiga.

El viernes le volví a ver. Habló en la Casa joven de Segovia. Proyectaba vídeos e imágenes a la vez que hablaba de sus comienzos, de cómo un sueño se hizo realidad, de cómo le tomaron por loco y su locura le hizo ir a más. Me recordaba a Jesucristo. Yo creo que si Jesús viviera hoy (Jesús vive) sería hippie. Éste sin embargo es rockero. Hablaba de la solidaridad, pero más que de palabra es una persona que predica con su ejemplo.

El rock es una forma de expresarse, para unos es el medio para ganarse la vida, pero para él es la manera de que algunos vivan dignamente. Más de una vez dijo que él lo que quiere es dar voz a quien no la tiene y os aseguro que lo hace.

Al final nos deleitó con algunos de sus cantos. ¿Dónde está el hombre tímido que encontré en aquella comida? La música transforma, pero también lo hace el encontrarse con los que sufren, y el deseo de dar voz a los que día a día malviven y malmueren en silencio.




Hoy quiero daros esta buena noticia: hay mucha gente pequeña que con ayuda de Dios hace grandes proezas.

Aquí podéis encontrar algo más sobre estos curas y padres.

Valentín:

http://educarc.blogcindario.com/2006/12/01048-alosa-con-13-anos-vuelve-a-sonreir-y-a-decir-papa.html

http://www.nortecastilla.es/20081111/segovia/parroco-espinar-organiza-nuevo-20081111.html


Padre Jony:


http://www.padrejony.com/

http://www.youtube.com/watch?v=jBIDksoiWzg


Y no dudéis en ser generosos, os aseguro que a pesar de lo que digan sigue habiendo gente que tiene hambre y sed de justicia y que trabaja por la paz. Y el dinero que a algunos corrompe a otros les puede salvar la vida. Si lo hacéis llegar a Valentín, al Padre Jony o a Manos Unidas os aseguro que ese dinero llegará. Nuestro granito de arena puede cambiar el mundo.