“- ¿Eres la hija del presidente? – Me pregunta una señora muy aseñorada.
Me lo pienso un poco y respondo:
-Si.”
Si, soy la hija del presidente. Pero que quede claro que mi padre no es uno de esos teatreros mentirosos. Que él no ha engañado a nadie, que no ha sido por votación, ni por pertenecer a un partido, ni por participar en mitin, ni…
Ser la hija del presidente tiene más malas consecuencias que buenas.
Imaginaros que a las 8,30 horas llaman al portero. Qué susto. Pensé que sería un vecino que se ha confundido. Lo cojo y oigo una voz viejuna:
-Cachito (así llaman a mi padre), baja, que está el cerrajero – dice el plasta de mi vecino.
-Está trabajando.
–Y tu madre?
-También. Y yo me voy ya.
Tras mis palabras he colgado.
Vuelven a llamar, pero no lo cojo; he preferido encontrarme con la realidad cara a cara. Ahí estaba mi vecino; el típico que hace lo que le da la gana, si le da por plantar un rosal lo hace, si pinta la fachada con pintura del “todo a 100”, lo hace, o tal vez le dé por hacer un buzón de cartón piedra para la publicidad. Como no, iba a estar dando la lata.
- Saca un bolígrafo y papel y apunta…
- Que me voy a trabajar.
- Es que yo no soy el jefe de escalera.
- Pero yo me voy ya Cuéllar- digo más alterada.
- Pues tendré que hacer de jefe de escalera sin serlo- dice entre dientes.
Me he ido al colegio con un mal humor… Sienta de mal que te asuste el plasta del vecino con voz de abuelo de los Simpson... Pero bueno, se me ha pasado por el camino, y ya con los niños se me ha olvidado toda la película.
Llego del cole y me encuentro lo siguiente a la puerta.
Me lo pienso un poco y respondo:
-Si.”
Si, soy la hija del presidente. Pero que quede claro que mi padre no es uno de esos teatreros mentirosos. Que él no ha engañado a nadie, que no ha sido por votación, ni por pertenecer a un partido, ni por participar en mitin, ni…
Ser la hija del presidente tiene más malas consecuencias que buenas.
Imaginaros que a las 8,30 horas llaman al portero. Qué susto. Pensé que sería un vecino que se ha confundido. Lo cojo y oigo una voz viejuna:
-Cachito (así llaman a mi padre), baja, que está el cerrajero – dice el plasta de mi vecino.
-Está trabajando.
–Y tu madre?
-También. Y yo me voy ya.
Tras mis palabras he colgado.
Vuelven a llamar, pero no lo cojo; he preferido encontrarme con la realidad cara a cara. Ahí estaba mi vecino; el típico que hace lo que le da la gana, si le da por plantar un rosal lo hace, si pinta la fachada con pintura del “todo a 100”, lo hace, o tal vez le dé por hacer un buzón de cartón piedra para la publicidad. Como no, iba a estar dando la lata.
- Saca un bolígrafo y papel y apunta…
- Que me voy a trabajar.
- Es que yo no soy el jefe de escalera.
- Pero yo me voy ya Cuéllar- digo más alterada.
- Pues tendré que hacer de jefe de escalera sin serlo- dice entre dientes.
Me he ido al colegio con un mal humor… Sienta de mal que te asuste el plasta del vecino con voz de abuelo de los Simpson... Pero bueno, se me ha pasado por el camino, y ya con los niños se me ha olvidado toda la película.
Llego del cole y me encuentro lo siguiente a la puerta.
“Lapuerta yacierra conllabe y no anden enla cerradura conlallave. Si”
Traducción: “La puerta ya cierra con llave; y no anden en la cerradura con la llave. Si”
Y digo yo: ¿por qué no le da por leer (que buena falta le hace) en lugar de hacer las funciones de chapuzas del portal cuando nadie le ha contratado?
Entro en el portal y:
- ¿Eres la hija del presidente? – Me pregunta una señora muy aseñorada.
Me lo pienso un poco y respondo:
-Si.
- Es que mira, va a venir el fontanero…
- ¡Mi padre está trabajando y no viene a comer!
- Ah, bueno, bueno… ¿Estará el sábado? Ya hablaré con él.
Menos mal que mi padre es presidente una vez cada muchos años.
Jejeje, ¡menudo mundo el de la esclaera! Para mí que es mucho peor ser presidente de escalera que de los otros (aunque sólo sea por el sueldo ^^). Y con esos carteles que dejan algunos vecinos se podría hacer un libro; yo he visto cada uno...
ResponderEliminarMe meo contigo, y con tu vecino "hago un jardín porque quiero", está bien que escribieras ya un libro con tus historietas. Yo aún no conozco a ningún vecino, tendré que ser presidenta...
ResponderEliminar¡Pipilipopótamo! ¡Eres de traca! Me encantan esas historias tuyas... Me doy como bienvenida a este blog: seré tu seguidora número dos (hay freakis que siempre me ganarán); te aplaudiré desde mi asteroide cuando crea que lo mereces, te abuchearé cuando no me gustes (seguro que pocas veces).
ResponderEliminarUn beso para ti,
HelenLove