- Ándele, que Dios les Bendiga.
Un rostro moreno y sonriente se esconde tras kilómetros de tela marrón.
En esta ocasión no les hice ninguna foto, pero ya tenía alguna en mi archivo. Y si las habéis visto por Segovia seguro que también las tendréis guardaditas en vuestra cabecita porque ese atuendo que pudiera parecer carnavalesco o propio de una feria medieval, siendo para ellas tan ordinario como el pan de cada día, no pasa desapercibido.
Aunque no es muy conocida Segovia por sus murallas (deslumbradas por las de la ciudad vecina) habéis de saber que existen y son también de singular belleza.. Pues bien, parecía que de un recinto amurallado se trataba.
Llama al timbre: tinoninoni.
- Hola, venía a por unas cosas que se dejaron ayer…
- Ándele, no podemos abrirle, vamos a misa. Venga mañana.
- Pero yo ahora me voy a Salamanca- Dice el bueno de Fran.
- Ya pero… Es que vamos a misa.
- Ya pero… Yo me voy ahora a Salamanca y no puedo pasarme mañana. ¿Por qué no bajáis por aquí y a la que salís paso a por las cosas?
- Es que vamos a misa…
El bueno de Fran a la puerta se quedó.
Pasa una hora.
Llamo al timbre: tinoninoni.
- Hola, venía a por una cámara de fotos que me dejé ayer.
- Pero es que hoy es domingo y no podemos abrirle, pase usted mañana.
- Pero yo mañana trabajo y no podré pasar.
- Ya pero hoy no podemos abrir porque es nuestro día de comunidad.
- Ya pero yo necesito saber si mi cámara está ahí o me la han robado, además tengo que colgar las fotos en la página web.
- Ándele, diga a alguien que pase mañana a por ella.
A todo esto Sandrita, compañera de aventuras me iba dando ideas para insistir a ver si conseguía que me abrieran.
- Si es que en lo que me está usted hablando había bajado y ya habría visto si está o no, es sólo un minuto.
- Si, pero es mi día de no hablar y por atenderla estoy rompiendo mi silencio. Pase otro día, que yo la busco.
- Vale, vale, gracias. –Agradecimiento cargado de ironía pura.
- Adiós maja. – Dice mi San con unos humos que se veían casi desde las antípodas.
Las buenas de Sandra y Pili a la puerta se quedaron.
Día siguiente.
Llaman al timbre: tinoninoni.
- Hola, veníamos a por una cámara.
- Pase, pase.
Pasa un minuto, dos, tres, cinco, diez…
- Aquí la tienen.
- Gracias.
- Ándele, que Dios les bendiga.
Y Martita y Eugenio se van con la cámara a casa.
Os presento de esta forma nuestra nueva adquisición, unas monjas que dedican los domingos a rezar y a rezar y te tanto rezar dejan a la puerta a “to kiski”. Unos personajillos escondidos, misteriosos, que tardan una media de 10 minutos en abrir la puerta, con la cabeza más dura que el acueducto, más dura que cualquiera de los restos arquitectónicos de la Riviera Maya. Ellas son las monjas del obispo (ha pasado un año y aún se desconoce su verdadero nombre).
La búsqueda se da por terminada. Cinco personas han sido necesarias para conseguir franquear la fortaleza y recuperar mi pequeño tesoro. Ha sido casi tan difícil hallar mi cámara digital como aquellos pantalones que desaparecieron un verano en Cañizares.
Feliz año litúrgico para todos y todas.
Un rostro moreno y sonriente se esconde tras kilómetros de tela marrón.
En esta ocasión no les hice ninguna foto, pero ya tenía alguna en mi archivo. Y si las habéis visto por Segovia seguro que también las tendréis guardaditas en vuestra cabecita porque ese atuendo que pudiera parecer carnavalesco o propio de una feria medieval, siendo para ellas tan ordinario como el pan de cada día, no pasa desapercibido.
Aunque no es muy conocida Segovia por sus murallas (deslumbradas por las de la ciudad vecina) habéis de saber que existen y son también de singular belleza.. Pues bien, parecía que de un recinto amurallado se trataba.
Llama al timbre: tinoninoni.
- Hola, venía a por unas cosas que se dejaron ayer…
- Ándele, no podemos abrirle, vamos a misa. Venga mañana.
- Pero yo ahora me voy a Salamanca- Dice el bueno de Fran.
- Ya pero… Es que vamos a misa.
- Ya pero… Yo me voy ahora a Salamanca y no puedo pasarme mañana. ¿Por qué no bajáis por aquí y a la que salís paso a por las cosas?
- Es que vamos a misa…
El bueno de Fran a la puerta se quedó.
Pasa una hora.
Llamo al timbre: tinoninoni.
- Hola, venía a por una cámara de fotos que me dejé ayer.
- Pero es que hoy es domingo y no podemos abrirle, pase usted mañana.
- Pero yo mañana trabajo y no podré pasar.
- Ya pero hoy no podemos abrir porque es nuestro día de comunidad.
- Ya pero yo necesito saber si mi cámara está ahí o me la han robado, además tengo que colgar las fotos en la página web.
- Ándele, diga a alguien que pase mañana a por ella.
A todo esto Sandrita, compañera de aventuras me iba dando ideas para insistir a ver si conseguía que me abrieran.
- Si es que en lo que me está usted hablando había bajado y ya habría visto si está o no, es sólo un minuto.
- Si, pero es mi día de no hablar y por atenderla estoy rompiendo mi silencio. Pase otro día, que yo la busco.
- Vale, vale, gracias. –Agradecimiento cargado de ironía pura.
- Adiós maja. – Dice mi San con unos humos que se veían casi desde las antípodas.
Las buenas de Sandra y Pili a la puerta se quedaron.
Día siguiente.
Llaman al timbre: tinoninoni.
- Hola, veníamos a por una cámara.
- Pase, pase.
Pasa un minuto, dos, tres, cinco, diez…
- Aquí la tienen.
- Gracias.
- Ándele, que Dios les bendiga.
Y Martita y Eugenio se van con la cámara a casa.
Os presento de esta forma nuestra nueva adquisición, unas monjas que dedican los domingos a rezar y a rezar y te tanto rezar dejan a la puerta a “to kiski”. Unos personajillos escondidos, misteriosos, que tardan una media de 10 minutos en abrir la puerta, con la cabeza más dura que el acueducto, más dura que cualquiera de los restos arquitectónicos de la Riviera Maya. Ellas son las monjas del obispo (ha pasado un año y aún se desconoce su verdadero nombre).
La búsqueda se da por terminada. Cinco personas han sido necesarias para conseguir franquear la fortaleza y recuperar mi pequeño tesoro. Ha sido casi tan difícil hallar mi cámara digital como aquellos pantalones que desaparecieron un verano en Cañizares.
Feliz año litúrgico para todos y todas.
5 comentarios:
Ja, ja, ja! Me voy a hacer monja del obispo. Y ya termino, que hoy es mi día de no escribir, y lo estoy rompiendo!!!
Felicidades por la buena ambientación del blog, no pude encontrar la fe en cristo de ninguna de las maneras, al menos de momento por supuesto, estoy tan disperso religiosamente que ahora mismo sólo te comentaría cosas para también te confundiría.
Podrías encontrar el amor verdadero en una persona especial de carne y hueso, la vida es algo más que disciplina e ideas religiosas, la religión no nace con nosotros, sino que es una consecuencia de nuestra evolución intelectual como especie.
un abrazo de todo corazón JP
Muchas gracias Juanpaulus. A todo esto... ¿Quién eres?
Verás, cuando escribí esta entrada sabía que podría suscitar todo tipo de comentarios y poco beneficiosos para estas monjitas, para la Iglesia. Pero yo sólo quise contar esta historia con humor, porque me gusta reirme y hacer historias de todo.
Gracias a Dios la fe en Cristo no se queda en esa actuación. Todos somos humanos y tenemos fallos, y la Iglesia es amplia y en ella hay somos personas débiles, pero también con gran corazón. Para ello te remito a la entrada del 22 de octubre. También son monjas, las monjas del anterior obispo y te aseguro que es Cristo quien les mueve a dar su vida por los niños.
En ese amor de carne y hueso está el amor verdadero.
La vida, ciertamente va más allá de la disciplina y las ideas religiosas, y es más, la religión va más allá de ideas; ES AMOR. Y mi vida se mueve por y para el Amor, por lo cual la religión, enfocada desde el amor, va conmigo desde que nací.
Excelente estilo. Esperemos que la Iglesia de Segovia tenga las puertas abiertas y sepa ayudar al hermano necesitado sin suplicar tantas veces. Gracias a Dios, que no todos los conventos, monjas, monjes y sacerdotes tienen el acceso tan limitado.
Hola Pipilipi....acabamos de leer tu comentario con Bea que está aquí en nuestra fortaleza....
la hemos raptado y pedimos una alta recompensa para que la puedas recuperar.....
Nos encanta tu sentido del humor... que compartas tan bien lo que vives y sientes..... esperamos que con tu vida sepas decir que tenemos un Dios con corazón de puertas abiertas..... de par en par.
Ten cuidado....
te queremos
tus monjas de Chauchina
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